Sapo mágico 
2020

Nombre Científico y Taxonomía
Incilitae muscarii
Dominio: Eukarya
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Clase: Amphibia
Orden: Anura
Familia: Bufonidae
Género: Incilitae
Especie: Muscarii

Otros Nombres
Bukö jotorró (en Cabécar)
Psapotrópico
Toad cap

Fundamentado en
Incilius leutkenii
Amanita muscaria
El Incilitae muscarii es un sapo verdadero (Bufonidae) que, al ser una sola especie, tiene un género separado por sus características y propiedades. Está fuertemente vinculado con los Incilius, específicamente el luetkenii, y al mismo tiempo con el hongo Amanita muscaria. Es el producto de una serie de mutaciones que sufrieron los Incilius al entrar en contacto con el hongo Amanita y sus toxinas.
El sapo mágico es propio de Centroamérica y Sudamérica. Vive en los bosques tropicales a una altura de entre 1,000 y 2.600 m. s. n. m. Su distribución esta relacionada a la presencia del pino, por ende, las especificaciones. El pino crece a esa altura y por eso se encuentra al sapo a la misma. Habita en el suelo del bosque, entre las hojas, los huecos y los cuerpos de agua no profundos. Como los Amanita muscaria, el Incilitae muscarii esta relacionado a los suelos ácidos que hay alrededor de los pinos y por eso se encuentran cerca de ellos. En Costa Rica lo podemos ubicar en la cordillera de Talamanca, a la respectiva altitud.
El sapo es pacífico, calmado y un poco perezoso, solo se demuestra violento ante su presa cuando es hora de alimentarse. Procura evitar las interacciones con otros seres vivos que no sean otros sapos o sus presas. Su timidez se debe a no correr riesgo de ser atracado. Ahora bien, no significa que el sapo sea imposible de encontrar, porque los cabécares lo han logrado, y no solo encontrarlo sino tratar de integrarlo en su cultura.
Esta especie es relativamente nueva, pero si esta avanzada en el sentido de que esta muy evolucionada.  El Incilitae muscarii presenta una variedad de tonos rojos en su cuerpo que a los lados hacen una transición a amarillo para dejar blanca su panza. En los machos se puede ver una franja dorsal blanca que le baja hasta sus caderas. Pero este sapo tiene la habilidad de cambiar la tonalidad de su cuerpo temporalmente, no al nivel de un camaleón o un pulpo, pero si variando de rojos y blancos a otras texturas cafés, para ser confundido por otro tipo de sapo. La tonalidad roja si la tiene presente desde que nace el renacuajo, solo se va aclarando con el tiempo. Tiene dos ojos de color verde, con azules y amarillos, a los lados de la cabeza, atrás de esto se ubica la glándula parótida y bajo esta el tímpano. Producto de las mutaciones, el Incilitae muscarii desarrollo un tercer ojo que se ubica en su frente en medio de los otros dos. Estas partes de la cabeza del sapo están rodeadas de las crestas craneales negras. La piel de todo su cuerpo está llena de tubérculos y verrugas, salvo la espalda que es otra historia. Con el tiempo el sapo desarrolla unas escamas blancas en la espalda, que se ven como los restos del velo universal de la amanita muscaria, pero en realidad cumplen la función de la lamela de esta, pues de ahí es donde se desprenden las esporas. En la parte inferior de su torso el sapo tiene el miceliaje (de pelaje y micelio). Este “pelo” es en realidad un conjunto de extensiones de su piel que cumplen la función del micelio en el hongo Amanita muscaria. El tamaño del sapo es de unos 90mms. si es macho y 100mms. si es hembra. Tiene 4 patas, dos delanteras y dos traseras y camina sobre las 4 a la vez o haciendo saltos como es propio de los anura. No es exactamente musculoso pero su dorso si es un poco gordo. Respira a través de las fosas nasales que tiene sobre la boca. A diferencia de otros sapos, este es completamente mudo. No tiene rendijas vocales ni saco subgular para comunicarse lo cual hace que su reproducción sexual sea más complicada de realizar. Se comunica pues con su comportamiento. El sapo puede nadar, pero vive prácticamente toda su vida en la tierra.
Puede reproducirse tanto sexualmente como asexualmente. Si encuentra otro sapo mágico, puede realizar el amplexus en el agua y a una temperatura de 12 grados Celsius, de esta manera produciendo un par de cientos de huevos. Por otro lado, la espalda del sapo esta constantemente soltando esporas que viajan en el aire, de manera que alguna de estas podría ser fertilizada con anterioridad y al aterrizar formar un huevo de Incilitae muscarii. Tanto el proceso sexual como asexual solo ocurre a la temperatura correcta (12 C) y en la época del año correcta (invierno y primavera). Como se puede entender, el huevo del sapo puede vivir tanto en la tierra como en el agua. Su crecimiento es el mismo que la mayoría de los sapos: a los 3 días que nacen las larvas, seguido por los renacuajos que nacen a las 6 semanas. A la semana 8 desarrollan las patas traseras y en la 12 las delanteras. A las 16 semanas pierden la cola (que en este caso no es tan necesaria porque algunos crecen en la tierra, pero no han perdido la cola, todavía siendo una estructura vestigial) y viven en la tierra. El sapo mágico puede llegar a vivir entre 4 y 20 años. Durante su etapa juvenil presenta una coloración muy viva y llamativa, pero con el paso del tiempo se va deteriorando y perdiendo su tinte lentamente.  
El Incilitae muscarii tiene más de un mecanismo de defensa, que usa para sobrevivir ante la amenaza de los humanos y las aves.  El primero sería el tono de su piel que es brillante y llamativo cuando visible para que sirva como una amenaza de que es peligroso y se debería mantener una distancia. Después está su habilidad de manipular el tono de su piel, ya sea para comunicarse o para camuflarse con el entorno. Por otro lado, el sapo está cargado de toxinas, en especial 3 muy potentes. En la glándula parótida produce veneno, que es usado como mecanismo de defensa ante sus depredadores. En estas glándulas es donde es producida la Bufotonina, alcaloide con efectos alucinógenos derivados de la seratonina, el Muscimol, componente que produce psicoactividad alucinógena, sedante, hipnótica y depresiva y el Ácido Iboténico, aminoácido neurotóxico. De esta manera es probablemente el organismo más concentrado de neurotoxinas del mundo. Mientras más joven el sapo, mas concentrado está su veneno, razón por la cual hay que tener mucho cuidado alrededor de ellos. El sapo, por estas mismas características, ha sido a lo largo de los años de gran utilidad religiosa/espiritual y recreativa para el pueblo de los cabécar. Llamado Bukö jotorró en su idioma, se utiliza en rituales religiosos por una serie de razones, ya sea para comunicarse con los seres astrales o visitar en “más allá”. Para la extracción del veneno se ha desarrollado la manera tanto de extraer el “sudor” de los sapos sin sacrificarlo como de ingerirlo seguramente. Cualquier consumo directo de estas toxinas es toxico para los humanos y podría matar tanto al humano como al sapo. Por eso lo que hacen es amarrar el sapo al suelo con unas ramas, poner un palito al fuego, frotar otro palito contra su piel para que este lo “sude” (puede que lo que estén haciendo sea romper las verrugas que cargan el veneno en la piel), con el palito encendido quemar un hueco en el brazo del que quiera alucinar y colocar en él el “sudor” del sapo. Con el tiempo los efectos alucinógenos comenzaran a hacer efecto y lo dejaran en cama un par de días.
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